Me mandan a decir[...]

Mi aburrido corazón te agradece por sacarlo de su monotonía y me manda a decir que eres el único que lo hace latir más fuerte.

Mi estúpido cerebro te agradece por hacerle pensar en algo más bonito que mi vida, yo me manda a decir que eres su primer y último pensamiento todos los días.

Mis mejillas te agradecen por besarlas aquel día, y me mandan a decir que desean que lo hagas otra vez.

Mis brazos te agradecen por dejarlos rodear tu cuello en aquel abrazo, y me mandan a decir que harían lo que fuera por obtener otro.

Por último, mis labios te agradecen hacerlos sonreir tantas veces, ellos me mandan a decir que no hay nada más que anhelen que un beso, pero no cualquier beso, sino el tuyo.